LP IVAN DAVIS LORIN MAAZEL THE CLEVELAND ORCHESTRA THE MUSIC OF GEORGE GERSHWIN

LP IVAN DAVIS, LORIN MAAZEL .THE CLEVELAND ORCHESTRA

THE MUSIC OF GEORGE GERSHWIN

1981

LONDON 46001

Ivan Davis, piano

Cleveland Orchestra Conducted by Lorin Maazel

Daniel Majeski, solo violin

Obertura Cubana.

La Obertura Cubana fue compuesta en 1932. Su título original era rumba y su estilo e instrumentación son el resultado directo del interés surgido en George Gershwin por la música cubana durante las vacaciones que pasó en La Habana, en el comienzo de aquel mismo año. La pieza utiliza claves, güiros, bongoes, maracas y otros instrumentos típicos de percusión; la música representa "La esencia de la danza cubana", según las notas que el propio autor escribió en el programa.

Rapsodia en Azul

Por intermedio de una noticia publicada en un diario el 4 de enero de 1924. George Gershwin recordó que había a Paul Whiteman escribir una pieza seria para un concierto de jazz a ser ofrecido por la orquestra del conocido director. Gershwin comprobó, horrorizado, que había olvidado esa promesa un poco vaga y, dado que faltaban sólo cinco semanas para la fecha del concierto, intentó en vano deshacerce del compromiso. Finalmente se llegó a un acuerdo. Gershwin escribirá la pieza pero la presentaría bajo la forma de composición para dos pianos, con indicaciones meramente ocasionales de instrumentación y la orquestación propiamente dicha sería hecha por el arreglador del equipo de Whiteman, Ferde Grofé.Pocos días después, yendo para Boston, Gershwin comenzó a sentir que su partitura tomaba forma. "Fue el Tren", recordaría él más tarde, "con sus ritmos de acero, tan a menudo estimulantes para un compositor (oigo frecuentemente la música en el mismísimo corazón del ruido)...súbitamente oí toda la construcción de la Rapsodia, del principio al fin. La oí como se fuese una especie de caleidoscopio musical de América - nuestra vasta almalgama de razas, nuestra incomparable vitalidad, nuestros blues, el delirio de nuestras metrópolis."Las dos semanas seguientes fueron de intensa actividad. Grofé prácticamente se mudó al departamento de Gershwin, esperando con impaciencia que cada nueva sección fuese terminada para poder comenzar su orquestación. Gershwin no cesaba de cambiar de idea sobre su parte de piano solista, revisando constantemente, modificando siempre hasta el último minuto antes del concierto, cuando, aún insatisfecho, tuvo que improvisar durante páginas enteras dejadas en blanco ("espere una seña" era la única indicación que Whinteman tenía en cierto punto de su partitura)El concierto tuvo lugar el 12 de febrero de 1924 en el Aeolian Hall de New York, frente a un público muy heterogéneo. Fue anunciado como "Una Experiencia Educativa en Música Moderna". Cuando le tocó el turno a Gershwin (él era el 22º, en el programa de 23 números), el público estaba comprensiblemente impaciente. En su magnífica biografía, "The Gershwin Years", Edward Jablonski y Lawrence Stewart cómo salvó el concierto George Gershwin: "George lanzó prácticamente como una flecha en escena, se sentó al piano, dirigió una rápida mirada hacia Whiteman. Éste le hizo una seña al clarinetista, quien electrizó por completo al auditorio con el ataque inicial de la Rapsodia. Si el compositor sentía algo en el estómago, era imperceptible, porque él toco con total aplomo y férrea seguridad. Improrvisó brillantemente en los pasajes en blanco. Cuando la Rapsodia llegó a los momentos finales, la sala prorrumpió en aplausos espontáneo, vigoroso y prolongado. George fue llamado a scena varias veces, inclinándose ante la aclamación que lo consagraba compositor "serio". La crítica recorrió toda la gana de reacciones, del éxtasis delirante a la devastación. Pocos años bastaron, sin embargo, para que la Rapsodia tomase su lugar entre las obras más populares y más tocadas del siglo posición que ha mantenido hasta hoy.

Un Americano en París.

En 1925, el año seguiente al del fabuloso suceso de la Rapsodia en Azul, y de nuevo en 1928 George Gershwin pasó algunos meses en París. Sus impresiones sobre la Ciudad Luz le sirvieron como base para Un Americano en París pero su verdadera inspiración fue el río Hudson más que el Sena. En una entrevista concedida al New York Times en 1929, cerca de seis semanas después del estreno, él confesó: "Yo amo a este río (el Hudson) y pensé en cuantas veces senti nostalgia de la visión que tenía de él: entonces me nació la idea - Un Americano en París. Nostalgia, los blues...Pensé en un paseo por los Champs Elysées, en las bocinas de los taxis, una iglesia frente a la cual yo pasaba. Hay episodios que hacen pensar en la rive gauche, y después vienen los blues, pensamientos puestos en la tierra natal, tal vez en el Hudson. Hay un encuentro con un amigo, todavia un poco de blues, de nostalgia, y de repente una decisión: ya que estamos en París, es bueno que hagamos como los parisienses."El se puso a trabajar seriamente en la pieza durante la primavera de 1928. Como sucedió con la Rapsodia, la crítica fue controvertida, pero después la obra fue aclamada en todas partes. Y la música osada, desbordante y centelleante de Gershwin continuó teniendo un sitio de honor tanto en el repertório sinfónico como en el de la música ligera.

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