PROBLEMAS ACTUALES DEL MUNDO ARABE 1988 EDICIONES POLITICAS

PROBLEMAS ACTUALES DEL MUNDO ARABE
Ediciones Políticas
Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1988

Domingo Amuchástegui Alvarez
Emilio Arias Castillo
Olga M. Rufins Machín
Jorge Manfugás Lavigne

La presente obra denota al interés que despierta en Cuba el acontecer histórico y político de ese conjunto de pueblos que integran la Nación Árabe.
El fundamentado analisis de la conducta de los gobiernos de América Latina y el Caribe ante la crisis del Medio Oriente en el foro de las Naciones Unidas arroja un esclarecedor basamento interpretativo, preciso, de las relaciones internacionales en los últimos 40 años. Sin dudas, Domingo Amuchátesgui y Emilio Arias logran una novedosa y útil presentación de este inexplorado tema.
El problema del pueblo palestino, de cuya solución depende la paz en el Levante, se entrelaza de manera decisiva con el pueblo libanés tanto por razones de convivencia sobre un mismo territorio como por los vínculos políticos que se establecen entre sus organizaciones respectivas, de ahí la trascendencia de la investigación realizada por Jorge Manfugás.
El bravo batallar del pueblo saharauí, la inteligencia y probada abnegación en un desigual combate y, sobre todo, el éxito en la sobrevivencia de su causa – anuncio de su inevitable victoria – reciben un exhaustivo estudio en el trabajo de Olga M. Rufins, que seguramente despertará una renovada atención por la lucha de los aguerridos guerrilleros de los desiertos de Saguía el Hamro y Río de Oro.


POSICION DE LOS PAISES DE AMERICA LATINA Y EL CARIBE EM LA ONU ANTE LA CRISIS DEL MEDIO ORIENTE (1947-1982).
CONDICIONAMENTO Y VARIACIONES
Domingo Amuchástegui Alvarez
Emilio Arias Castillo

I. Introducción

Desde el proyecto de Partición de Palestina de 1947, gestado y aprobado en la Organización de Naciones Unidas (ONU), hasta la agresión sionista-imperialista contra la Organización de Liberación de Palestina (OLP) y las Fuerzas del Movimiento Nacional Libanés (MNL) en territorio del Líbano, en 1982, la participación de los países de América Latina y el Caribe, en los debates de dicha organización internacional, ha tenido una especial significación tanto por el numero de votos que ha venido representando como su peso a escala de relaciones internacionales en general, económicas y políticas, y sus relaciones bilaterales con el sionismo , el imperialismo norteamericano, el Estado sionista de Israel y los países árabes. Es por ello que se hace necesario un análisis pormenorizado a fin de esclarecer más exactamente los condicionamientos y variaciones en la posición de dichos países en el ámbito de la ONU.
Una cierta corriente historiográfica ha insistido en sus análisis políticas en proyectar una imagen en el sentido de que América Latina se mantendría al margen de la problemática mesoriental y sus aspectos más controvertidos dada la ausencia de importantes intereses políticos y económicos en la misma. Esto tendía a prevalecer, sobre todo, hasta la Guerra Árabe-Israelí de octubre de 1973. sólo bajo los efectos de las repercusiones del embargo petrolero árabe de 1973-1974, el auge del problema palestino y otros factores se admitía o reconocía una forzada reevaluación y definiciones más comprometidas de parte de los países latinoamericanos y caribeños hacia los problemas del Medio Oriente.
Esta descripción objeto de no pocas críticas y precisiones en fuentes palestinas carece en su primera parte del más mínimo fundamento y, en su segunda parte, resulta insuficiente del todo reducir condicionamientos y variaciones a los efectos de las repercusiones del embargo petrolero o el auge del problema palestino. Estas cuestiones trataremos de esclarecerlas de forma más integral.
Un estudio detenido y objetivo de los debates de la ONU alrededor de los componentes de la Crisis del Medio Oriente y la posición de los países de América Latina y el Caribe permite establecer los siguientes momentos, características y variaciones:
La Resolución de Partición, la 181 (II) del 29 de noviembre de 1947 (ver anexo 2), fue aprobada, según subrayan numerosas fuentes gracias “al abrumador apoyo latinoamericano…” cuyas republicas representaban por entonces un tercio de los sesenta miembros de la ONU.
Si bien el resultado final fue que la mayoría de las repúblicas votó a favor, no es meno cierto que esa mayoría distó mucho de blindar una imagen de bloque o grupo certado en su votación. Las cifras se comportaron así: 13 a favor, 6 abstenciones y 1 en contra. Hubo desde un inicio una marcada reticencia de este grupo de países a sumarse incondicional y unánimemente al Proyecto de Partición y que autores tan autorizados (y reaccionarios) como George Lenczowski por menos que consignar en los términos siguientes: “La atmósfera política en Lake Success (Sede provisional de la ONU por entonces) se hizo más tensa, y abundaban especulaciones respecto a que si los sionistas serían capaces o no de obtener la mayoría de dos tercios requerida, dependiendo en gran medida de la actitud de las numerosas repúblicas suramericanas y centroamericanas.” El mismo Lenczowski comenta el despliegue de sus presiones de debió acometer EE.UU para variar e integrar el mayor numero de votos latinoamericanos a favor de la Partición y señala como el archirreaccionario Kermit Roosevelt lo reveló con detalles en su último artículo “The Partition of Palestine: a lesson in pressure politics, publicado en la revista Middle East Journal, de enero de 1948. Votos de última hora como el de Haití se obtuvieron mediante flagrantes casos de sobornos. Cabe destacar que Cuba votó finalmente en contra y que 6 países se abstuvieron a pesar de todo, haciendo un total de 7, más de un tercio de los latinoamericanos, que no votaron a favor.
No resulta ocioso que este voto en contra de Cuba y las 6 abstenciones (Argentina, Chile, Colombia, El Salvador, Honduras y México) nada tenían que ver con posiciones verdaderamente progresistas, de genuina solidariedad con los árabes o cosa parecida. Si no detenemos en incursiones en el trasfondo de estos votos no es solo en aras de la verdad histórica sino también de su valor actual como procedente para explicarnos algunas posiciones, que en el presente asumen países del área.
Si tomáramos en cuenta que en el apogeo de la “guerra fría” que recién comenzaba, los latinoamericanos habíanse integrado al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) y preparaban la fundación de la Organización de los Estados Americanos (OEA) , tinglado facturado por y bajo estricto control de Washington parecería poco congruente semejante reticencia latinoamericana y las abundantes presiones que tuvo que instrumentar la diplomacia norteamericana en la dirección de modificar favorable, pero no enteramente dicha reticencia. Hay que contar con otro elemento paradójico: entre los países que se abstenían se contaban México y Argentina (y Chile en menor medida), asiento de las comunidades judías más numerosas en América Latina y con considerable participación en la conformación de las oligarquías de ambos países (sobre todo en México grupo Monterrey). ¿Cómo explicarnos entonces estas contradicciones y presiones?
En América Latina y el Caribe venían operando diversos procesos de contenido nacional-reformista que en medida variable, venían afectando las relaciones con EE.UU. (Desde Perón en Argentina, el gobierno de frente popular en Chile, Vargas en Brasil, Gaitán en Colombia, Arévalo en Guatemala, la Revolución Mexicana y el Autenticismo en Cuba).
En 1946, y sobre todo en 1947, los reajustes de la economía mundial capitalista a las condiciones de paz bajo la hegemonía de EE.UU., creaban serias amenazas tanto sobre las estructuras de exportación agro-mineras del continente (mercados, sistemas de cuotas, precios, ventas de reservas, etc.) como sobre sus ensayos de industrialización, diversificación agrícola e incluso de creación de sectores estatales en algunas ramas económicas. Los episodios recorren un amplio espectro de choques y disputas que justamente hacia 1947 iban alcanzando su mayor agudeza, desde la frustración en torno al proyecto de la flota Gran Colombiana hasta los reparos a PETROBRAS, PEMEX, CORFO y los cortes en cuotas y precios sobre café y azúcar (en particular contra el mercado cubano) o boicot contra proyectos de cultivos de arroz o fomento de industrias en torno al calzado, derivados del azúcar y otros (nuevamente Cuba como ejemplo). Las aspiraciones desarrollistas de entonces, en resumen, encontraban una violenta hostilidad y agresividad de parte de Estados Unidos.
A la tradicional e histórica simpatía y mayor identificación con la cultura árabe, se sumaba una característica de variable y discutible generalización, pero inobjetable y presente con fuerza creciente. En tanto que en el seno de las élites burguesas judías vinculadas estrechamente a la Organización Sionista Mundial en América Latina había una disociación y franca hostilidad hacia el nacional reformismo y sus pretensiones desarrollistas, eso no ocurría así entre las de origen árabe, con frecuencia presentes o apoyando dichas opciones. Esto podía percibirse claramente desde el Autenticismo cubano hasta en los partidos socialdemócratas radicales y otros del cono sur. Aunque de magnitud secundaria con relación a los dos primeros factores, éste jugaba y juega su papel en más de un sentido bien distinto a otras épocas…

LA TRANSICION A LA INDEPENDENCIA DEL SAHARA OCCIDENTAL
Olga M. Rufins Machín.

El presente trabajo no contiene una historia concluida, pretende mostrar el proceso histórico en que nace y forja el valeroso pueblo saharahuí, pueblo que tanto en las arenas del mayor desierto del mundo, como en los foros internacionales, ha sabido librar una cruenta lucha por su derecho a la independencia, la autodeterminación e incluso por su propia supervivencia.
Su guerra de Liberación Nacional iniciada en 1973, h sido una de las más brutales y difíciles atravesada por un pueblo africano por su independencia.
A lo largo de los años transcurridos y bajo la certeza de su dirección de su vanguardia y legítimo representante, el Frente Popular para la Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro (FPOLISARIO), el pueblo saharauí ha sabido enfrentar en todos los campos las maniobras de los colonialistas y de sus aliados las potencias imperialistas. Ayer contra España, hoy contra Marruecos, a pesar del enorme abismo que los separa de sus enemigos en cuanto a potencial militar y económico, este pueblo se ha mantenido unido y firme, en pie de guerra para alcanzar la victoria final.
Ante las amenazas imperialistas, ante las maniobras dilatorias enemigas, la actitud inclaudicable de esta nación para lograr su plena autodeterminación e independencia es un ejemplo fehaciente de su voluntad de lucha, su heroísmo y madurez política en cada uno de sus actos.
Sirva este modesto trabajo de sencillo pero profundo homenaje a su heroica lucha y en especial a sus miles de mártires caídos a lo largo de todos estos años…

LIBANO Y PALESTINA: CONFLUENCIA CRITICA.
Jorge Manfugás Lavigne

Introducción:

No hay unanimidad entre los estudiosos cuando se trata de escoger una fecha para marcar el conflicto árabe-israelí. La controversia concita en sus propios meritos cierto interés académico, pero adquiere mayor relieve por las connotaciones políticas conceptuales asociadas al tema.
Sin entrar en el fondo de la polémica, puede sostenerse que una de las fechas frecuentemente citadas como punto de partida para el conflicto, 29 de noviembre de 1947 – cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas recomendó la partición de Palestina – figura como un hito decisivo en la evolución de la región. Lo mismo podría decir de su corolario, la primera guerra arábigo-sionista por intermedio de la cual el pueblo de Palestina y los países limítrofes opusieron resistencia armada a la desagregación del territorio palestino, decisión calificada de ilegal y nula por toda la comunidad árabe de la época.
A partir de ambos acontecimientos o, más exactamente, desde que los acuerdos de Rodas pusieron termino a la actividad militar derivada de esa primera guerra, el conflicto ha quedado definitivamente instalado en la historia global del mundo árabe y en particular de cada uno de sus componentes…

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