quarta-feira, 5 de dezembro de 2007

LIBRO HISTORIA DE LA FUERZA AEREA ARGENTINA LA FUERZA AEREA EN MALVINAS



HISTORIA DE LA FUERZA AEREA ARGENTINA

TOMO VI

VOLUMEN I

LA FUERZA AEREA EN MALVINAS

SEGUNDA EDICIÓN
340 Pgs
Esta edición se terminó de imprimiren Agosto de 1999 en los talleres de Brapack S.A - Zinny 1685 Buenos Aires

ISBN 9879665465

NOTA DE LA REDACCIÓN
Por ser éste el relato de la participación de la Fuerza Aérea en la historia de Malvinas, toda mención de los hechos políticos es sólo para interpretar las circunstancias que condujeron a sus hombres a un enfrentamiento desigual para el que no existían hipótesis de conflicto o previsiones de naturaleza alguna.
La fuerza Aérea Argentina ha confeccionado el informe de Malvinas con carácter histórico institucional. No es definitivo, ya que constantemente se abren nuevas fuentes de información, tanto en el país como en el extranjero, que aporten datos que deberán ser incorporados para mantener la veracidad y credibilidad del trabajo.
La fuerza intervino en una batalla en la que se observaron los usos y costumbres de la guerra con máximo cuidado, en particular con la población civil. Se abonaron escrupulosamente todos los servicios y abastecimientos que se requirieron y se evitaron molestias innecesarias a los pobladores.
El respeto al malvinense y a su seguridad se consideró como una responsabilidad básica del gobierno argentino.
Este informe no incluye evaluaciones subjetivas expresadas en forma potencial, porque las posibilidades serían interminables. Los relatos de los protagonistas transcripciones de publicaciones se destacan con letra cursiva.
La intención es informar exclusivamente sobre la participación de la Fuerza Aérea y la inclusión de hechos en los que interviene otras Fuerzas Armadas y de Seguridad, (Ejército Argentino, Armada Argentina, Gendarmería Nacional y prefectura Naval) tiene el único propósito de ubicar los acontecimientos en el contexto de la guerra.

PREFACIO

Palabras pronunciadas por el jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina brigadier general Rubén Mario Montenegro, al cumplirse el XV Aniversario del Bautismo de Fuego de la Fuerza Aérea.

Quince años atrás, el 1º de mayo de 1982, la Fuerza Aérea Argentina entró en combate por primera vez en su Historia Institucional
Fue así que afrontamos la prueba máxima de todo soldado; estar en disposición de ofrecer la vida, en defensa de los intereses supremos de la Nación.
Hoy es un día pleno de recuerdos; en el que muchos de los aquí presentes, evocamos vivencias acaecidas en la más importante circunstancia de nuestra vida profesional, como también la más trascendente en la Historia de la Fuerza Aérea.
Mucho se ha escrito sobre las tácticas y estrategias aplicadas, mucho se ha polemizado sobre éxitos y pérdidas. Sin embargo, más allá del resultado final de la batalla, existen testimonios irrefutables, de la convicción y firmeza con que enfrentamos ese crucial e histórico desafío.
Es por ello que podemos expresar, con verdadero orgullo, que la Fuerza Aérea fue capaz de cumplir con sus responsabilidades, más allá de todo desequilibrio tecnológico y supo así resguardar la dignidad y el honor del pueblo argentino. El Bautismo de Fuego de la Fuerza Aérea, además de expresar un hito en nuestra historia, demostró en forma inequívoca que el desempeño de sus hombre no fue producto de hechos fortuitos o azarosos; sino el fruto de quienes incorporaron profundas convicciones morales, espirituales y doctrinarias.
Convicciones que sin duda, fueron inicialmente acuñadas en sus hogares, fortalecidas y ampliadas mediante una formación profesional y cultural que, siempre perfectible, ha demostrado con claridad estar en el camino acertado
Es por ello que habiéndonos probado en combate no hemos de renunciar a aquellos valores básicos que han sostenido la educación de quienes quince años atrás no vacilaron en cumplir con lo que el deber impone al soldado.
Los avances científicos y tecnológicos continuarán evolucionando, las formas de combatir podrán variar, pero el hombre y su formación será, por siempre, el elemento fundamental de nuestra organización.
De poco servirán otros progresos si se degrada la vocación militar, la voluntad de servicio, y el convencimiento pleno de nuestro rol como integrantes del brazo armado de la República.
El mantenimiento de esos valores constituye, en el presente, una de las premisas básicas de la conducción, valores que entendemos firmemente, se deben cultivar, se deben intenalizar, pero nunca, se podrán improvisar.
Ofrecemos hoy también un merecido homenaje a los hombres que integrando nuestras reservas militares o como civiles, prestaron su servicio a la Patria…

CAPITULO I
RECLAMOS DE SOBERANÍA
ANTECEDENTES HISTÓRICOS


Antes de ser descubiertos, las Islas Malvinas y otros territorios insulares fueron conferidos a España y Portugal, por las bulas papales del Papa Alejandro VI, de 1493.
Aunque faltan relaciones documentales fehacientes, se ha sostenido como probables descubridores de las Islas Malvinas a los navegantes al servicio de España, como es el caso de alguna de las naves desertoras de la expedición de Hernando de Magallanes, en 1520. no obstante, los estudios cartográficos le adjudican el hallazgo a la nave “Incógnita” de la expedición del Obispo de Plasencia, también llamada de Alonso de Camargo, el 4 de febrero de 1540.
Inglaterra supone que el marino inglés John Davis descubrió las islas el 14 de agosto de 1592. Sin embargo, el posible hallazgo de las islas por Richard Hawkins, el 2 de febrero de 1594, ha merecido mayor atención.
El primer avistaje sin objeciones, y que está reflejado en la cartografía inmediatamente posterior, fue efectuado por el holandés Sebald de Weert, el 24 de enero de 1600.
Entre 1600 y 1764, las islas fueron avistadas y visitadas por marinos holandeses, ingleses y franceses.
En 1764, con la expedición de Luis Bougainville, comienza la colonización de las islas. Francia se constituyó en la primera nación en establecer un asentamiento, llamado Saint Louis, al este de la Isla Soledad.
En 1765, Inglaterra envió una expedición colonizadora. Ingresó a un gran puerto (formado por las islas Trinidad, Vigía y noreste de la Gran Malvina), al que denominó Port Egmont, desembarcaron, izaron su bandera y tomaron posesión de todas las islas vecinas bajo el nombre de Falkland Islands. En 1766, otra expedición estableció, en Port Egmont, el Fuerte George.
Enterada España de la ocupación francesa y ante su reclamo, el 2 de abril de 1767, Francia reconoció internacionalmente el derecho español, y resolvió devolverlas, previa indemnización de todos los gastos ocasionados, a Luis Bounganville. España continuó administrando las islas a través del capitán de navío Felipe Ruiz Puente como gobernador de las Islas Malvinas, con asiento en Port Luis, posteriormente Puerto Soledad
A fines de 1769, ya con la certeza de la presencia inglesa en las islas, y siguiendo las órdenes de la corona española, el gobernador de Buenos Aires, Francisco Bucarelli, envió un contingente de naves encargada de encontrar y expulsar a los ingleses de las islas. Hecho que se concretó el 10 de junio de 1770. Se inició una áspera negociación entre ambas naciones, que culminó con una promesa secreta en la cual España autorizaría a Inglaterra retorna al Port Egmont, con la seguridad que posteriormente Gran Bretaña, voluntariamente, abandonaría las islas. Así ocurrió.
A partí de entonces la bandera española, en Puerto Soledad, quedó como única expresión de soberanía en las islas hasta el 13 de febrero de 1811. Durante ese período actuaran en las islas veinte gobernadores.
Desde 1811 a 1820, las islas permanecieron desocupadas; luego, el 6 de noviembre de 1820 o coronel de la marina argentina David Jewett, comandante de la fragata Heroína, izó el pabellón celeste y blanco, en las ruinas de Puerto Soledad, ex Port Luiz. La ocupación de las islas se hizo con toda formalidad, precedida de una comunicación que Jewett remitió a loberos y pescadores ingleses y norteamericanos, quienes pescaban en las islas de forma indiscriminada. Posteriormente, le sucedieron, hasta 1824, los comandantes militares argentinos, teniente coronel Guillermo Mason y capitán de milicias entrerrianas Pablo Areguatí.
En 1824, fracasó un intento de colonización llevado a cabo por Jorge Pacheco, quien recibiera algunas concesiones otorgadas por el gobierno argentino. Luego, Luis Vernet realizó una acción colonizadora de primer orden y realizó estudios e informes científicos.
El 10 de junio de 1829, el gobierno expidió un histórico decreto por el cual se reafirmaba el derecho de soberanía que tenía la Argentina sobre las Islas Malvinas y las adyacentes al Cabo de Hornos, creando además el cargo de Comandante Político y Militar a ser elegido directamente por el gobierno de la República. El mismo día fue designado para cubrir dicho puesto Luis Vernet.
Le sucedieron el mayor Mestivier, (asesinado por sus hombres), y el teniente coronel de marina José Pineda con la goleta Sarandí.
Pero Gran Bretaña, en búsqueda de los mismos objetivos que la llevaron en los años 1806 y 1807 a tratar de tomar por la fuerza la ciudad de Buenos Aires, el 3 de enero de 1833 ocupó las islas en un acto de injustificada agresión, desalojó al gobierno y población de argentinos y ejerció ininterrumpidamente su dominio por case 150 años, ocupando por la fuerza los territorios que consideraba de utilidad a su metrópoli.
Respecto de los antecedentes ius políticos, (derechos jurídico-políticos), que avalan las pretensiones de uno y otro país sobre las Islas Malvinas, se ha comprobado que, desde el punto de vista del derecho internacional, el sistema de reconocimiento legal vigente en Europa en los siglos XVI y XVII concedía reclamos de territorios res nullius, (cosa sin dueño), cuando se incluían el derecho de descubrimiento, la ocupación efectiva, los tratados o acuerdos internacionales y la proximidad geográfica.
Estos derechos fueron implícitamente reconocidos por Inglaterra en los tratados de Utrecht, en 1713, y de San Lorenzo, en 1790. Londres, además, reconoció la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata y en 1825 firmó con Buenos Aires un Tratado de Amistad, Comercio y Navegación….





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