LP GUARANIA LA CANCION SIN FRONTERAS / GUARANIA A CANÇAO SEM FRONTERAS
PARAGUAY/BRASIL
1979
LP215405001
EL NACIMIENTO DE LA GUARANIA por Mauricio Cardozo Ocampo
Hacemos un poco de historia sobre este nombre genérico de no lejana creación en el cielo artístico musical del Paraguay, para esclarecer fehacientemente su alumbramiento, por ser el que suscribe testigo de este acontecimiento pues a la sazón, pertenecía a la misma entidad musical que el creador de la GUARANIA: José Asunción Flores.
Corría la década del veinte y la mejor organización musical que existía en nuestro país era la Banda de Policía, tanto en competencia como en disciplina. Su director era Don Nicolino Pellegrini, un músico italiano que llegó al Paraguay con una Compañía Lirica, se prendó de este país afincándose definitivamente en él, siendo secundado por varios destacados músicos también oriundos de Italia, así como el Director sustituto Salvador Déntice. En los últimos años de su vida el maestro Pellegrini era como un Director Vitalicio, pues dejaba ya esta responsabilidad al maestro Déntice y compartía con nosotros como una figura patriarcal de la música.
LAS RETRETAS: Los jueves y domingos, en las primeras horas de la noche se realizaban las retretas en la Plaza Uruguaya y en la Plaza Santo Domingo (hoy Plaza Italia), siendo el repertorio de lo más selecto en su mayoría de grandes maestros italianos y alemanes, pero el broche de oro de los conciertos era siempre una polca paraguaya o una galopa, con gran regocijo del público pues se le regalaba así un poco de “eireté ca ‘agüy”(miel selvática). Esto llamó la atención de José Asunción Flores, el futuro creador, y despertó en él la inquietud de lo que sería luego el motivo mismo de su existencia y en una oportunidad se acercó tímidamente al cordial y bondadoso maestro Pellegrini para hablarle sobre este tema, que más tarde fructificó en una composición titulada “Capricho Paraguayo” hermosa obra musical que nos legó en inolvidable maestro italiano.
Flores entre sus compañeros tenía su confidente con quien cambiaba idea pués ponía mucho fuego en su empeño y ya surgían también sus detractores; este era Rudecindo Lugo, extraordinario ejecutante de bombardino, quien lo apoyaba con más sinceridad. A Flores nunca se le había ocurrido componer, tampoco había estudiado armonía, pero sí era un buen lector de música y excelente trombonista. Un día tomó el tema de Rogelio Recalde “Maerápa reicuaasé”, dulce melodía paraguaya y lo instrumentó para la Banda de Policía; terminado el trabajo, se acercó al maestro Déntice para mostrarle su partitura y pedirle si se podía ejecutar como final de las retretas, ya que era habitual el cierre de las mismas con música nativa; éste lo recibió con un poco de recelo y de dijo que consultara con maestro Pellegrini, quien aprobó con simpatía; era el momento de empezar los ensayos; el maestro Pellegrini tomó la batuta ante la extrañeza de todos los músicos ubicados ya en rueda, golpeó el pupitre de las partituras y dirigiéndose a los músicos les dijo: Ahora va a dirigir el ensayo el “profesor Flores” – y le entregó la batuta; así se inició su consagración. La citada melodía nativa muy conocida y siempre ejecutada en tiempo “allegro”, la presenta Flores en ese memorable ensayo con un ritmo más cadencioso, en tiempo “andatino” en un 6x8 ternario, con una sustancia nueva en su armonización. (Aclaramos que anteriormente, la melodía de esta música se ejecutaba en 6x8 en 2 tiempos y el ritmo en 3 tiempos, cuya combinación va en yuxta posición, en cambio lo que hizo Flores, tanto en la melodía como el ritmo escribió en 6x8 ternario).
Aquí llegó la culminación y se produjo la división de opiniones ya abiertamente en el seno de la entidad musical; mientras unos los apoyaban, otros se erigían en detractores; transciende los umbrales de la Banda de Policía y se difunde la noticia por toda Asunción, ganando ambos grupos muchos adeptos.
NACE EL COMPOSITOR: después del experimento con “Maërapa reicuaase” Flores se decide a crear su primera composición y la bautiza con el nombre de un hermoso río del Paraguay , “Jejuí”. Quedaba un problema por resolver y era que este ritmo nuevo carecía de nombre genérico; había que encontrar una voz nuestra que estuviera en consonancia con el espíritu paraguayo. Consulta entonces con los amigos y llega hasta a personalidades como Delfín Chamorro, Leopoldo Elizeche, el profesor Miguel Morosoli, el pianista Francisco Marín, la pianista Emilia Troche (quien ejecutaba los escritos experimentales del incipiente creador) y recurre a la literatura paraguaya encontrándose con las palabras del gran poeta Molinas Rolón, donde reza: “Y fue también Guarania la región prometida / como tierra de ensueño, de ilusión y de vida / tierra donde nacieron las flores santuarias/ de robustas pasiones y gestas fabularias.” Y entonces optó por la palabra GUARANIA como nombre genérico de su creación musical. Pero creado el insigne doctor Moisés Bertoni en su libro “Civilización Guaraní”.
La GUARANIA recibió el primer saludo del periodismo paraguayo y nada menos que de Facundo Recalde, en su periódico llamado “La Palabra”; pero quien tomó su defensa como propia, fue el vehemente Victor Montórfano y así llegó a oídos del querido maestro, nuestro lírico Manuel Ortiz Guerrero, la idea “rara” de un joven músico de la Banda de Policía, que estaba creando polémicas entre sus propios compañeros y fuera de ellos. El poeta manifestó su deseo de conocer el protagonista de la polémica y fue Darío Gomes Serrato, también músico de la Banda de Policía y feliz poeta guaraní, el gestor del encuentro entre Flores y Ortiz Guerrero; interiorizado éste de la idea “rara” del joven Flores también saludó el nacimiento de la GUARANIA en el diario capitalino de Eliseo da Rosa, con unas palabras intituladas “Flores del yuyal”. Desde ese instante entre músico y poeta nació una perdurable amistad y de allí hasta su muerte Ortiz Guerrero se erigió en animador y consejero del creador de la GUARANIA.
Estos apoyos que iban respaldando su labor creadora, lo hacían sentirse más seguro en su embestida y en realidad podemos señalar que no fue una mera ocurrencia la determinación de Flores de tomar como base de su creación musical, una expresión nativa más cadenciosa de la llamada “polca paraguaya” y más pura por la fuente de su origen, o sea, que se hallaba menos expuestas a las contaminaciones foráneas como el “Purajhei azy” (que la gente de la ciudad llama despectivamente “purajhei coyguá”) y que es la madre de la guarania.
El hallazgo de Flores fue muy acertado porque representa el acento más autóctono del Paraguay, pues el hijo de este país por temperamento sentimental, halló con exactitud la expresión de su espíritu pero con un ropaje nuevo y un marco más amplio, dándole así sus sentimientos la oportunidad de explayarse con más profundidad. Así salieron a luz las composiciones que dieron lumbre y jerarquía a la música paraguaya. La primera, como dijimos, fue “Jejuí” y según manifestación del propio flores la dedicó al diario “Crítica” de Buenos Aires; esta composición no tenía letra y la escribió para trío instrumental. Luego compuso “Arribeño resay” (dedicada al dramaturgo Arturo Alsina) y “Ka’ aty” y recurrió al versificador Rigoberto Fontao Meza para que les pusiera letras, con las que hasta ahora se cantan. Después nació “India” (dedicada a una niña de la sociedad asuncena, Juanita Battilana de Gásper) cuya a primera letra también fue de Fontao Meza, pero en una serenata que Flores llevó Ortiz Guerrero (cuya orquesta integraba también el que suscribe), este poeta quedó prendado de la melodía y formuló una nueva letra, con la anuencia del creador de esta música y por cuyo motivo, Fontao Meza le retiró el saludo al mismo para siempre; la letra de Ortiz Guerrero es la que se canta en la actualidad.
Los detractores trataron de no dar valor ni reconocer méritos y así fue que hasta un director de orquesta, cuando Flores le solicitó la inclusión de su guarania en el repertorio, se negó, aduciendo que en el programa de su concierto solo figuraba música seria. Flores insistió pidiéndole se ejecutaba fuera de programa, durante el entreacto, pero tampoco accedió a su pedido. Este director fue Remberto Giménez que fuera becado a Europa de donde regresaba con mucho prestigio y nombradía.
Existieron otros más procaces que decían de Flores que andaba prendido de la cola de Felicísimo (éste era un loco).
Mientras ésto ocurría, las orquestas populares de Asunción empezaban a ejecutar profusamente “Arribeño ressay” y el pueblo a entonar su melodía. Después continuaran apareciendo otras composiciones y así conocimos “Kerazy”, “Panambí verá”, “Mburicao” (dedicado a un filántropo, el farmacéutico José de la Cruz Franco), “Nde rendápe ayú”, “Nasaindype”, “Ajhendú nde sapucai” ,“Pyjharé Pyté”…con la aprobación y agrado del pueblo paraguayo.
En síntesis, Flores, este genio de 23 años, al crear la GUARANIA desarrolló el ritmo de los acentos “Campamento Cerro León” que fue estrenada en ciudad de Buenos Aires en la Banda de Policía , excelente bombardino y violinista, prolífico creador de exitosas polcas y guaranias, al primer grupo pertenece su “Ravel pu rory”, que es un verdadero capricho para este instrumento, “Don Malvido”, “Yvaga rapé” y la guarania “Noche de boda”, Juan Escobar, clarinetista de la Banda de Policía en su primera época, luego se dedicó a la composición y dirección de orquesta, entre sus varias autóctonos, dándole una extensa variedad de acentuaciones rítmicas que ofician de base, brindando la oportunidad a la línea melódica de remontar un vuelo lírico de mayor amplitud. Su creación musical que nació en forma de canción, con el proceso de este género lírico la elevó a los poemas sinfónicos como él la titulara y así nos sorprendió con “Mburicaó”, “Pyjharé pyte”, “Ajhendú nde sapucai” y otras que fueron ejecutadas por grandes orquestas sinfónicas de otros países.
Detrás de Flores surgieron nuevos valores que siguiendo la ruta señalada contribuyeron y contribuyen a enriquecer el acervo musical. La GUARANIA de Flores triunfó definitivamente, pues, prendió en el alma del pueblo paraguayo, trascendió las fronteras de la Patria y a la fecha, como un cordial y fraterno mensaje de armonías de la nación guaraní, llega a todos los rincones de la tierra.
Justo es citar a los seguidores de Flores que a su vez crearon nuevas composiciones de este género musical. Nombraremos primero a Herminio Giménez, fecundo creador de hermosas páginas, que surgió también del vivero de la Banda de Policía y contribuyó extraordinariamente a enriquecer el Parnaso de la GUARANIA y a igual que Flores tiene composiciones populares y también de jerarquía sinfónica. Carlos Ramirez (Pecho’i), otro feliz compositor de polcas y guaranias, sus obras que pertenecen al repertorio permanente de la patria, son verdaderas joyas musicales, entre ellas “Vy’ay yavé”, “Oroité” y otras. Emilio Biggi, surgido también de la Banda de Policía y que siguió también muy de cerca los pasos de Flores; fue también un destacado compositor y a pesar de su temprana desaparición nos legó bellas páginas, que se han adentrado también en el alma popular como “Paraguay”, “Mutilados de la Guerra” y entre las polcas “Guapo che rymbá buey”, “Teresita”, “El suspiro”, “Minero sapucai”, y también una de sus guaranias la elevó a la sinfonía como “Despertar Guaraní”, que hace poco tiempo fue estrenada por la Orquesta Sinfónica de Asunción, bajo la dirección del joven director Luis Szarán, constituyéndose en un resonante éxito. Otro creador de bellas páginas musicales y que lastimosamente desapareciera prematuramente fue Francisco Alvarenga (Nenín); sus guaranias “Meditación”, “Carne de Cañon”, “Petrona Isabel”, “Asayé pyté” y llevó a la sinfonia la heroica e histórica página composiciones y que el pueblo la ha consagrado está la guarania “Mborayjhú asy”. También el que suscribe Mauricio Cardozo Ocampo formaba parte del núcleo surgido de la Banda de Policía como los antes citados y fue también contemporáneo de Flores, algunas de sus guaranias han tenido mucha aceptación en el gusto popular como “Regalo de amor”, “Mi destino”, “Añoranza”, “Pueblo Ybycuí”, “Ondina del Plata”, etc., pero su página consagratoria fue la acuarela paraguaya mundialmente conocida “Galopera”. Otro feliz compositor de guaranias fue Aniceto Vera Ibarrola: “Ofrenda”. “Villarica”, “No me olvides” fueron sus producciones más conocidas. César Medina tiene en su haber varias composiciones entre las que se destacan “Cantar lejano”, “Eterna pasión” y “Triste destino”. Y por último nombramos a un destacado músico multifacético, Juan Carlos Moreno Gonzáles que, aparte de ser un músico erudito, se incorporó al desarrollo de música de inspiración folklórica; es creador de un género lírico llamado “Zarzuela Paraguaya” y sus guaranias más conocidas son “Tus lindos ojos” y “Chiricoe”.
Luego viene la nueva camada de compositores e guaranias que, en su mayoría son “melodistas”, es decir, que no poseen la técnica musical pero sí son guitarristas y cantores. Citamos a Emigdio Ayala Báez autor de la consagrada guarania “Mi dicha lejana”, “Noche en el corazón”, “A mi pueblito Escobar”, etc. Eladio Martínez: “Oración a mi amada”; Demetrio Ortiz, desaparecido no hace mucho tiempo, fue el más fecundo entre el grupo de “melodistas” y nos dejó hermosas guaranias, algunas de ellas conocidas mundialmente como “Recuerdos de Ypacaraí”, “Mis noches sin ti” y otras, Agustín Barbosa que tiene varias composiciones como “Alma vibrante”, “Ruego y camino”, “Sombras de ausencia” y podemos decir que con los nombrados se cerró el ciclo de las guaranias (1950) y agregamos que hasta el momento no han surgido guaranias de la belleza y trascendencia de las que hemos citado.
Por último, manifestamos que con el nacimiento de la GUARANIA en el año 1925, se produjo una de las creaciones artísticas más importantes y más pura de todos los tiempos, no solamente en el Paraguay sino en toda América; señalamos esto porque siendo la cultura de nuestros países, importada, la GUARANIA es la manifestación más independiente, es decir que su contenido es de la música pura vibración telúrica de nuestro Continente. Reconociendo la aculturación general que se opera en nuestros pueblos, el ritmo de la GUARANIA y su infinita gama de sub ritmos y acentuaciones, como los ejemplos que ilustran esta nota, ese el hallazgo importante de su creador JOSE ASUNCION FLORES y sus seguidores, que fueron contribuyendo al enriquecimiento de este nuevo género musical.
JOSE ASUNCION FLORES nació en la ciudad de Asunción (Paraguay) en el barrio “Chacarita” un 27 de Agosto de 1904 y falleció en Buenos Aires (Argentina) el 16 de Mayo de 1972.
Asunción, Noviembre de 1979.
LADO A
LEJANIA (Meu primeiro amor) (Hermínio Gimenez), com Maestro Hermínio Giménez y su Orquesta. Cantor: Ramon Cáceres.
RECUERDOS DE YPACARAI (Demetrio Ortiz, Zulema de Mirkin). Com Los Indolatinos (Juan B Mora, Enrique Samaniego y Mariano Mora)
NA NE ARAMBOJHA (Agustín Barbosa, Felix Fernandez) Com Magno Soler y Su Conjunto
MI DICHA LEJANA (Emigdio Ayala Báez) Cantor Jorge Cáceres e Quinteto Victoria
REGALO DE AMOR (Mauricio Cardoso Ocampo). Com Los Troveros de América (Ulisses Ayala, Osvaldo Mómper, Fernando Ferreira y Antonio Ovelar)
INDIA (José Asunción Flores, Manuel Ortiz Guerrero) Com Los Hermanos Perez (Andres y Lorenzo Perez)
LADO B
MORENINHA DE ITAUPU (Hermínio Giménez, Ariowaldo Pires) Cantores Carlos César e Ramon Cáceres, com Conjunto Ponta Porã, GRAVAÇÃO ESPECIAL PARA ESTE DISCO.
SE FOR PRA MEDIR SAUDADE (Luis Carlos Paraná) Com Emilio Escobar
FELICIDADE (Raul Torres) Com Raul Torres e Florêncio
QUERO BEIJAR-TE AS MAOS (Arsenio de Carvalho e Lourival Faissal) Com Irmãs Galvão
GUARANIA DA LUA NOVA (Luis Vieira) Com Cascatinha e Inhana
SAUDADE (Mário Palmério) Com Neneco Norton
ABRALE 100% de esforço onde houver 1% de chanceInformar e conscientizar são as melhores formas de ajudar.
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