terça-feira, 6 de maio de 2008

GUIA DE VIAJE MADRID EUROPAMUNDO



GUIA DE VIAJE MADRID


EUROPAMUNDO



MADRID LA CORTE DE LOS MILAGROS
Es fascinante constatar como la expresión acuñada por Valle-Inclán hace un siglo sigue definiendo a una ciudad surgida del sueño de cuatro Felipes y algun que otro Carlos. Madrid se ha asomado a Madrid desde las celosías de conventos lúgubres y espartanos, pero de presencia externa magnífica, grandiosa. Como ese Imperio que acabaría de hundirse con la muerte del último Austria. Gigantes con pies de barro. Aquí, hasta Carlos III no habíamos hecho sino disimular las carencias urbanísticas de una ciudad todavía medieval. No había alcantarillado, ni grandes avenidas, ni espacios verdes: todo lo dominaba la severidad escurialense. Hasta el barroco se nos quedó timorato. Como si el fantasma de Felipe II ahogase los estertores expansivos de una villa agónica.
Y, de repente, la eclosión. Madrid se ensancha, crece, extiende sus poderosos tentáculos, más allá de la Puerta de Alcalá y atraviesa el puente de Toledo. En 1900, un millón de madrileños puebla sus calles. Hoy son cuatro veces más, y al rigor religioso de Austrias y Borbones la han sucedido la "movida" de los ochenta y una posmodernidad que nos han legado setenta veces siete tiemplos de la noche. Aunque el afán cíclico del Clio, la severa musa de la Historia, ha querido que en Madrid volviésemos a construir catedrales después de tanto desmán y desenfreno.
Pese a ello, no hay en Europa capital más divertida. Baco nació madrileño y a su vez parió tabernas con hermosos mostradores de roble soportando nostálgicas barras de zinc. Mana por sus caños el vermú de Reus y se agitan las frascas de Valdepeñas anunciando el cocido. Y corriendo al Gijón, a sellar este pacto con los diablos gastronómicos ante el más delicioso de los cafés. Una buena sesión de teatro, y que la noche, siempre ladina, decida.
Esta guía práctica no pretende sino acercar al visitante a un Madrid que a los propios madrileños se escapa. Seguramente, no están todos los que son. Pero, no es meno cierto, son todos los que están.
EL ESCORIAL
La gran importancia de San Lorenzo de El Escorial arranca del año 1557, cuando el rey Felipe II decide construir, en plena sierra de Guadarrama, a los pies del monte Abantos, un monasterio para conmemorar el triunfo sobre el rey de Francia en la baralla de San Quintín. Poco a poco aumentan los periodos de estancia de los reyes de España en el lugar. La población asentada en los alrededores del monasterio adquiere una importancia decisiva en el siglo XVIII, al encargar el rey Carlos III, al arquitecto Juan de Villa Nueva, que construya varias edificaciones, con el objeto de dar cobijo a las numerosas comitivas que le acompañaban en sus cacerías.
En siglo XIX, la llegada del ferrocarril da a San Lorenzo de El Escorial un auge espectacular ya no es sólo la importacia monumental del Real Sitio, sino también la atmosfera social que se esta creando en su entorno, al ser elegido como lugar de vacaciones por las más prestigiosas familias de Madrid, que se unían a la grandiosa corte de verano de los monarcas.
Hoy por su inigualable situación geográfica y por su clima, de frescos veranos, San Lorenzo de El Escorial, monumento vivo, es un centro turístico de enorme importancia.
De su renombre universal da idea el que fuese declarada Monumento Histórico y Artístico en 1971, y trece años después, el 2 de noviembre de 1984, la unesco lo destacara como Monumento de Interés Mundial. Además, como dijo Unamuno después de su primera visita al Monasterio, "es un lugar que no debería haber español alguno españolizante - esto es, dotado de conciencia historica de su españolidad - que no lo visitase alguna vez en la vida, como los piadosos musulmanes La Meca"

Tienda Cafe Con Che

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