LP ROMANCE DE LA MUERTE DE JUAN LAVALLE
PHILIPS 82055 PL
MONO
El texto pertenece a ERNESTO SÁBATO y es narrado por él mismo. También le pertenecen las letras de las canciones, con excepción de algunas coplas históricas.
La música es de EDUARDO FALÚ (con excepción de la tradicional zamba “La cuartelera”)
El arreglo coral es de Francisco Javier Ocampo.
La vidalita es cantada por Mercedes Sosa.
En la novela SOBRE HEROES Y TUMBAS, el tema de Lavalle aparece al comienzo y al final, en una especie de contrapunto que muestra cómo a través del tiempo se repiten los grandes dilemas del hombre: la fe en medio de la desesperación, la lealtad resurgiendo entre la derrota y la traición, la vida resistiendo a la muerte. Es inútil aclarar que no elegí un héroe unitario por motivos de bandería. Allí no hay ni unitarios ni federales, sino seres humanos ante la desdicha y la muerte. Por otra parte, en la lealtad elemental del sargento Sosa quise dar ese rasgo de la condición humana que tan a menudo se revela en la desgracia, redimiéndonos de nuestras miserias terrestres.
En la novela luché para expresar esas intuiciones poéticas con el precário instrumento de que dispone un escritor: la palabra. ¿Cómo no soñar con darle algún día la fuerza emocional de la música?
Pensé en un momento hacer un oratorio. Luego se me ocurrió que sería hermoso retomar la vieja tradición de los Cantares de Gesta. Juan Galo de Lavalle descendía de Don Pelayo y otros antiguos guerreros; en su escudo de nobleza, un brazo armado que sostiene una espada dice que no se rendirá nunca ante el Moro. Todo parecía predispuesto para que su historia permitiese retomar las tradiciones de las epopeyas medievales. Tenía un héroe y tenía un admirable trovero para que lo cantase.
Pero ¿qué forma poética emplear? Despúes de algunas tentativas con los clásicos versos de dieciséis sílabas, comprendí que de ese modo íbamos a lograr, en el mejor de los casos, una especie de imitación, como si hoy construyese en estilo gótico. Entonces decidí mantener la prosa épico-lírica de la novela, introduciendo la forma de la copla para las canciones; algunas de esas coplas las tomé del acerbo popular; otras, las más, las escribí yo mismo, tratando de respetar el espíritu que les es propio. De este muedo traté de insertar nuestro romance en la gran tradición, haciéndolo, al mismo tiempo. Accesible a la sensibilidad de nuestros días, con un lenguaje que sea vivo y no arqueológico, ya que sólo se puede emocionar con la lengua que vivimos. De ahí que no haya vacilado en emplear anacronismo como “tachito”.
He tenido la suerte de encontrar en la sensibilidade, virtuosismo e imaginación de Falú los elementos indispensables para esta riesgosa empresa. Y el maestro Ocampo ha enriquecido nuestro intento con su coro.
Ernesto Sábato.
Yo había sentido una honda emoción al leer en la novela SOBRE HEROES Y TUMBAS el relato sobre la retirada y muerte del General Lavalle. No podía pues, sino acoger con entusiasmo el proyecto de realizar con Sábato una obra poético-musical, que retomaba una noble tradición de la raza, no ignoré las dificultades que se presentaban para un intento de esta naturaleza, porque se bien se volvía a una tradición, no era posible hacerlo como una imitación sino como un prolongamiento aceptable. Era un intento arriesgado por lo novedoso. Pero ese mismo riesgo nos entusiasmaba, y particularmente nos seducía la esperanza de abrir una ruta a nuestro folklore, con una forma más amplia y abierta, en un tema tan fervorosamente nacional.
Hemos tratado de lograr una unidad entre la poesia del texto y la música. Y aunque, por la naturaleza trágica de la narración, no había posibilidades de grandes contrastes musicales, he buscado variedad en los ritmos y matices de la partitura; labor en que nos ha dado un valioso aporte la realización coral del maestro Ocampo.
Eduardo Falú.
IN MEMORIAN
La grabación de esta obra fue iniciada y parcialmente dirigida por Américo Bellotto, con el fervor que lo caracterizaba. Murió tragicamente en pleno trabajo, y acaso por la misma intensidad con que lo hacía. Le rendimos aquí nuestro homenaje.
Ernesto Sábato – Eduardo Falú
Lado 1:
Elegía por la muerte de un guerrero
Cielo enlutado (cielito)
Quebracho Herrado (gato)
Marcha de los derrotados
Poncho celeste (chacarera)
La Cuartelera (zamba tradicional)
María de los Dolores (estilo)
Palomita del valle
Guarda mi llanto (canción)
Lado 2:
Elegía por la muerte de un guerrero
La última retirada (marcha)
Tierra milenaria (aire de yaraví)
Palomita del valle
El sueño de Celedonio Olmos (zamba)
Guarda mi llanto (vidalita)
Cielo enlutado
Aparicio Sosa (tonada)
Tierra milenaria
PHILIPS 82055 PL
MONO
El texto pertenece a ERNESTO SÁBATO y es narrado por él mismo. También le pertenecen las letras de las canciones, con excepción de algunas coplas históricas.
La música es de EDUARDO FALÚ (con excepción de la tradicional zamba “La cuartelera”)
El arreglo coral es de Francisco Javier Ocampo.
La vidalita es cantada por Mercedes Sosa.
En la novela SOBRE HEROES Y TUMBAS, el tema de Lavalle aparece al comienzo y al final, en una especie de contrapunto que muestra cómo a través del tiempo se repiten los grandes dilemas del hombre: la fe en medio de la desesperación, la lealtad resurgiendo entre la derrota y la traición, la vida resistiendo a la muerte. Es inútil aclarar que no elegí un héroe unitario por motivos de bandería. Allí no hay ni unitarios ni federales, sino seres humanos ante la desdicha y la muerte. Por otra parte, en la lealtad elemental del sargento Sosa quise dar ese rasgo de la condición humana que tan a menudo se revela en la desgracia, redimiéndonos de nuestras miserias terrestres.
En la novela luché para expresar esas intuiciones poéticas con el precário instrumento de que dispone un escritor: la palabra. ¿Cómo no soñar con darle algún día la fuerza emocional de la música?
Pensé en un momento hacer un oratorio. Luego se me ocurrió que sería hermoso retomar la vieja tradición de los Cantares de Gesta. Juan Galo de Lavalle descendía de Don Pelayo y otros antiguos guerreros; en su escudo de nobleza, un brazo armado que sostiene una espada dice que no se rendirá nunca ante el Moro. Todo parecía predispuesto para que su historia permitiese retomar las tradiciones de las epopeyas medievales. Tenía un héroe y tenía un admirable trovero para que lo cantase.
Pero ¿qué forma poética emplear? Despúes de algunas tentativas con los clásicos versos de dieciséis sílabas, comprendí que de ese modo íbamos a lograr, en el mejor de los casos, una especie de imitación, como si hoy construyese en estilo gótico. Entonces decidí mantener la prosa épico-lírica de la novela, introduciendo la forma de la copla para las canciones; algunas de esas coplas las tomé del acerbo popular; otras, las más, las escribí yo mismo, tratando de respetar el espíritu que les es propio. De este muedo traté de insertar nuestro romance en la gran tradición, haciéndolo, al mismo tiempo. Accesible a la sensibilidad de nuestros días, con un lenguaje que sea vivo y no arqueológico, ya que sólo se puede emocionar con la lengua que vivimos. De ahí que no haya vacilado en emplear anacronismo como “tachito”.
He tenido la suerte de encontrar en la sensibilidade, virtuosismo e imaginación de Falú los elementos indispensables para esta riesgosa empresa. Y el maestro Ocampo ha enriquecido nuestro intento con su coro.
Ernesto Sábato.
Yo había sentido una honda emoción al leer en la novela SOBRE HEROES Y TUMBAS el relato sobre la retirada y muerte del General Lavalle. No podía pues, sino acoger con entusiasmo el proyecto de realizar con Sábato una obra poético-musical, que retomaba una noble tradición de la raza, no ignoré las dificultades que se presentaban para un intento de esta naturaleza, porque se bien se volvía a una tradición, no era posible hacerlo como una imitación sino como un prolongamiento aceptable. Era un intento arriesgado por lo novedoso. Pero ese mismo riesgo nos entusiasmaba, y particularmente nos seducía la esperanza de abrir una ruta a nuestro folklore, con una forma más amplia y abierta, en un tema tan fervorosamente nacional.
Hemos tratado de lograr una unidad entre la poesia del texto y la música. Y aunque, por la naturaleza trágica de la narración, no había posibilidades de grandes contrastes musicales, he buscado variedad en los ritmos y matices de la partitura; labor en que nos ha dado un valioso aporte la realización coral del maestro Ocampo.
Eduardo Falú.
IN MEMORIAN
La grabación de esta obra fue iniciada y parcialmente dirigida por Américo Bellotto, con el fervor que lo caracterizaba. Murió tragicamente en pleno trabajo, y acaso por la misma intensidad con que lo hacía. Le rendimos aquí nuestro homenaje.
Ernesto Sábato – Eduardo Falú
Lado 1:
Elegía por la muerte de un guerrero
Cielo enlutado (cielito)
Quebracho Herrado (gato)
Marcha de los derrotados
Poncho celeste (chacarera)
La Cuartelera (zamba tradicional)
María de los Dolores (estilo)
Palomita del valle
Guarda mi llanto (canción)
Lado 2:
Elegía por la muerte de un guerrero
La última retirada (marcha)
Tierra milenaria (aire de yaraví)
Palomita del valle
El sueño de Celedonio Olmos (zamba)
Guarda mi llanto (vidalita)
Cielo enlutado
Aparicio Sosa (tonada)
Tierra milenaria
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